En ese plácido valle que forma el río Hormazuelas, pasada ya la carretera de León, junto al cauce del río y a ambos lados de la carretera que recorre todo el valle uniendo Villanueva de Argaño con Estépar, en terreno desigual, encontramos a ISAR, a 22 Km de Burgos. Siente el calor y la cercanía de Palacios de Benaver, Villanueva de Argaño, Yudego y Hornillos del Camino, que lo rodean. Su nombre aparecía escrito por primera vez el 31 julio de 1127: “ in illa almohalla supra Gissar, qui est in illo rigo de Fornellos”, en un documento del rey Alfonso VIII65. En el año 1752, en las respuestas generales del Catastro del Marqués de la Ensenada, sus pobladores afirmaron que gozaban de la protección del rey, es decir, era lugar de realengo, pero al mismo tiempo pertenecían también al señorío de el marqués de Aguilar66. Contaba con 272 habitantes en el año 1848, como atestigua Pascual Madoz en su Diccionario geográfico. Como la inmensa mayoría de los pueblos de la provincia, aumentó su población a lo largo de la segunda mitad del siglo XIX hasta llegar a habitarlo 384 personas en el año 1900. Siguió creciendo a lo largo de la dura primera mitad del siglo XX y presentaba en 1950 un censo de 450
habitantes. Y, a pesar de los efectos de la emigración de la segunda mitad del siglo,
conserva 121 personas en el año 2000. De su importancia histórica nos hablan los restos del ábside proto-gótico de la iglesia de los Templarios, dedicada a San Pedro y sus dos importantes iglesias. La primera está dedicada a San Martín, obispo, gótica, de 240 m² y 13 de altura en cabecera y 10 en el resto, de una sola nave con dos capillas en cruz, del
siglo XIII, más cerca de los pies que la cabeza, con bóvedas, claves y nervaturas estrelladas, con restos románicos bajo la torre. El ábside es poligonal, renacentista, con contrafuertes hasta el alero. La portada es románico-gótica con arco apuntado y cuatro arquivoltas, decoradas con puntas de diamante y capiteles con animales y follaje. Y la torre es cuadrada, barroca, de los cuerpos, con una segunda parte decorada con pilastrones, óculos y pináculos, con ocho huecos, dos campanas y dos campanillos. La pila es románica, buena, con gallones y decoración geométrica y fuste cilíndrico; y el retablo mayor, magnífico, es renacentista, de Domingo de Amberes en 1560, con relieves y buenas imágenes. Tiene un buen artesonado bajo el coro y una lauda sepulcral con relieves de la Anunciación. Sus libros parroquiales dan comienzo en 1556 y posee un documento de 1441.
La otra iglesia está dedicada a Santa María y fue antigua parroquia. Es románico-gótica, de 160 m² y siete de altura, de una nave rectangular y cabecera de bóveda de torceletes, más baja, con capiteles interiores historiados y exteriores lisos. El resto no tiene bóvedas, sino simple tejado. El ábside es rectangular. La portada es románica, de tres arcos apuntados, sencilla, con remate de ajedrezado. Y la torre es cuadrada, de estilo francés, más ancha por abajo que por arriba, con ocho huecos, algunos cegados y una campana.
El retablo mayor es neoclásico. En otro hay una Virgen sedente con Niño, gótica. Hay también un Crucificado gótico con faldón del siglo XIII, trasladado a la Iglesia de San Martín. Está muy deteriorado. Hay un púlpito liso de piedra con ménsula moldurada. Queda también el ábside de la llamada iglesia Templaria. Y queda el pilar cuadrado, sobre alto pedestal, en el que hasta hace poco había un crucero. En 1867 nace Saturnino López Gómez, restaurador de arte y maestro de Andrés Martínez Abelenda. El 2 enero de 1949 viene a la vida Ricardo Puente García, sacerdote, Licenciado en teología y Catequética, párroco de San Nicolás de Miranda Ebro, iglesia sobre la que ha escrito. Después, trasladado a San Cosme y San Damián de Burgos. Y en su suelo están catalogados nueve yacimientos arqueológicos posiblemente Medievales.