Asomado al curso del río Arlanzón, vigilándolo desde una altura y en terreno desigual, a tan sólo 7 km de Burgos, en la carretera que parte por Fuentes Blancas, encontramos a CARDEÑAJIMENO, a orillas del arroyo Linares. Son sus vecinos Carcedo de Burgos, Castrillo del Val, San Medel, Castañares, Villayuda, el barrio de Cortes y Cardeñadijo. La historia es madrugadora con su nombre que aparece escrito ya el 11 julio de 972 en un documento del monasterio de San Pedro de Cardeña y era lugar protegido por el monasterio, lugar de abadengo, según el Catastro del Marqués de la Ensenada159. Estaba habitado por 102 personas en el año 1848, según Pascual Madoz en su Diccionario geográfico. El censo de 1900, como en todos más elevado, presentaba 285 habitantes, que se mantenían bien en 1950 con 260 pobladores y, tras un bajón en la segunda mitad del siglo XX, ha vuelto a recuperarse y presenta en el año 2000 un censo de 275 habitantes y, como todo los cercanos a la ciudad, sigue creciendo. Su iglesia está dedicada a la Natividad de Nuestra Señora. Es de una nave, rectangular, con una capilla adosada. El ábside es rectangular con contrafuertes. La portada es renacentista con pilastrones decorados y arquitrabe, rematada en hornacina con Virgen del Carmen y rosetón y puerta de arco de medio punto moldurada. Tiene adosada una torre cuadrada terminada en una espadaña de los cuerpos, rematada en bolas y frontón con cruz metálica, con tres vanos, dos campanas y un campanillo. La pila es románica, lisa con sogueado en borde y avenerada por dentro. El retablo mayor es barroco, de 1640, probablemente de Manuel Romero. Sus libros parroquiales dan comienzo en 1608162. En 1975 se descubrió un importante yacimiento Romano, del siglo IV, del entorno del Arlanzón, con una villa con mosaicos. Hay, además, otro yacimiento arqueológico de época sin determinar.