A escasos kilómetros de Burgos, en la antigua carretera de Aguilar de Campóo, casi englobado en el polígono industrial de Villalonquéjar, cercano al curso del río Ubierna y en terreno llano, está situado QUINTANADUEÑAS, a 6 km de Burgos. Forman corona a su alrededor Villagonzalo Arenas, Villatoro, Villarmero, Arroyal de Vivar y Páramo de Arroyo. En la documentación del Obispado de Burgos, el 18 marzo de 1068 encontramos su nombre escrito por primera vez. Sus habitantes declararon en 1752, en las respuestas generales de Catastro del Marqués de la Ensenada, que pertenecían a la jurisdicción de la ciudad de Burgos, pero que nunca habían pagado tributos. Pascual Madoz en su Diccionario geográfico le atribuye 336 habitantes en el año 1848. Al revés que la inmensa mayoría de los pueblos de la provincia, no creció en la segunda mitad del siglo XIX y contaba en 1900 con 335 personas. Su aumento comenzó, sin embargo, en la dura primera mitad del siglo XX y presentaba en 1950 un censo de 391 habitantes. En la segunda mitad del siglo, se ha convertido en uno de los lugares de expansión de la ciudad y, aunque había descendido en población por causa de la emigración, llega al año 2000 con 260 personas y sigue en franco proceso de crecimiento. La iglesia, dedicada a San Martín, obispo, es clasicista, de Pedro de Rasines en 1582, de una nave en cruz latina con pilastrones y arcos de piedra y bóvedas de yeso, sustituyendo a una anterior románica. El ábside es rectangular liso. La portada es clasicista adintelada con decoración, con pilastrones y frontal rematado en bolas y hornacina rematada en frontón, que contiene un maravilloso Pantocrator de la antigua iglesia románica, del siglo XII, con tetramorfos y mandorla, trasladado ahora al interior, junto a la pila de bautismo. Y la torre es una espadaña rematada en bolas y frontón con seis huecos, dos campanas y tres campanillos. La pila es de copa lisa con borde moldurado y pie cilíndrico. Y el retablo
mayor es barroco, de Francisco Echevarría, en 1767. En otro barroco con Virgen sedente con Niño hay unas buenas tablas del siglo XVI. Tiene reja en el coro y dos canes románicos. Sus libros parroquiales comienzan en el año 1577. Hay frente a la puerta de la iglesia un crucero de base cuadrada y fuste cilíndrico, rematado en bola con una sencilla cruz de hierro. En 1839 nace el padre Lucio Pérez, franciscano, misionero en Filipinas. Escritor.