Al pie y falda de una colina y al margen derecho del río Cogollos, afluente del Arlanzón, cercano a la carretera que, por Arcos de la Llana, une Burgos con Villahoz, a la que une un corto tramo de carretera, en terreno desigual, está ubicado VILLANGÓMEZ, a 20 kilómetros de Lerma y 19 de Burgos. Le prestan límites y compañía Montuenga, Valdorros, Cogollos, Arcos de la Llana en la lejanía, Villanueva Matamala, Pedrosa de Muñó y Villafuertes. Encontramos su nombre escrito por primera vez en la documentación del Obispado de Burgos, en octubre de 1185, como “Villa don Gómez”673 y, según las declaraciones de sus pobladores en las respuestas generales del Catastro del Marqués de la Ensenada en 1752, era lugar de señorío de la ciudad de Burgos, exento de tributos. Su población ascendía a 110 habitantes en 1848, según datos recogidos en el Diccionario geográfico de Pascual Madoz. Aprovechó, como la inmensa mayo ría de los pueblos de la provincia, para crecer en la segunda mitad del siglo XIX y llegar a 286 personas en el año 1900. Siguió creciendo en la difícil primera mitad del siglo XX y presentaba en 1950 un censo de 390 habitantes. Y la guía diocesana 2000 le asigna 127 habitantes en el fin de siglo, superada ya la persistente emigración.
Sus habitantes celebran su fe en una iglesia dedicada a San Cosme y San Damián, mártires; es gótica, de una nave con capillas en cruz latina, con columnas, capiteles corridos y nervaturas estrelladas de piedra y restos románicos. Su ábside es rectangular con contrafuertes y alero recrecido, como toda la iglesia, con canes historiados. Tiene una portada de arco apuntado tapiada y otra clasicista, adintelada, con pilastrones y frontón decorado. Y la torre es una airosa espadaña de tres cuerpos con remate de pináculos, frontón y cruz, con cinco huecos, dos campanas y dos campanillos. La pila es románica, de vaso liso, con bordes moldurados y base cuadrada con molduras; y el retablo mayor es rococó, probablemente de Andrés Belado y Benigno Romero en 1781, neoclásico. Hay un Crucificado gótico de Cofradía del siglo XV, un grupo de la Piedad de siglo XVI y una Virgen sedente con Niño del siglo XIV. Tiene un antepecho calado de piedra en el coro. Sus libros parroquiales comienzan en el año 1580. Hay una ermita, dedicada Nuestra Señora de la Fuente (del Toro) fuera, con espadaña y campanillo y hermoso retablo clasicista con imágenes, relieves y pinturas.
Y están catalogados en sus tierras un yacimiento arqueológico Tardorromano, uno Bajo o Plenomedieval y tres de época sin determinar; y, además, una estela posiblemente Romano Altoimperial o Tardorromana, dos posiblemente Plenomedievales y, además, en Quintanilleja, granja que hasta hace poco contaba con iglesia, uno Bajo o Plenomedieval, dos de época sin determinar, y uno posiblemente Tardorromano.